Serie Dike ~ Completa

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Un espacio

Para agradecer a:

Alice por ser leer todo lo que escribo, por más que esté horrorosamente horrible (sobre todo con los tiempos verbales, ella saaabe).

Hachedesilencio que siempre tiene las frases precisas para los capitulos de Dike. Aunque el staff no lo sepa, gracias por hacer lo que hacen.

A mi familia por soportar todas mis locuras.

A los que leen, comentan, descargan y se dan una vuelta por acá. Perdón por el tiempo que me tomo para publicar cosas... gracias por leer!!

~ ferdeimos

lunes, 24 de marzo de 2014

Dike-Tomo II.Capitulo10: Estoy loca



Capitulo 10: Estoy loca

<< Estaba en mi cama, escribiendo en mi diario cuando sonó el teléfono. Desde que tengo celular puedo comunicarme con mis amigos privadamente. Taumante ya no sabe quién me llama, a menos que lo haga al teléfono de casa.   

<< Hola Dik! Como estas? Dione. >>

No lo podía creer. Me dolía la cara de sonreír. Dione me había escrito después de tanto tiempo. Le había dado mi número a través de un mail para que me hablara cuando él quisiera. No lo hizo por cuatro meses. Ya me había olvidado de este hecho. Pero estaba feliz. Me tembló la mano cuando quise responder. Tardé un poco para no sonar desesperada. ¡Es que hace tanto que no nos veíamos! 

<< Hola Dione! Estoy bien, y vos? >>

<< Me alegro. Yo estoy un poco complicado con la escu nueva.
No pensé q iba a ser así d difícil adaptarse,
 pero es tan divertido a la vez. Y tu hno? >>

<< Bien q t gust. No t preocupes seguro caes re bien.
Pero no t esfuerces mucho, podes volver acá.
 Tau está bien. >>

<< Ah. Me tenes q contar cómo t está yendo en la escuela.
Pero mejor por mail, sino vamos a gastar todo el saldo XD >>

<< Jaajaj es verdad. Nos vemos entonces Dione! >>

<< Nos vemos Dike! Beso a tu hno! >>

Toda esta conversación fue mucho para mí. Será que estuvo pensando y se dio cuenta que siente algo por mí. No quiero precipitarme pero si quiere que hablemos significa que me extraña. ¡Oh! ¡Qué feliz me hace! No quiero que nadie interrumpa este momento.

Me quedé hasta muy tarde pensando en los mensajes que nos mandamos. Se nota que se hizo amigo de Tau desde la fiesta de Nereo. Después le voy a decir a Tau que le escriba, así no me pregunta más de él y hablamos de nosotros dos. Aunque, si lo pienso mejor, es una manera de charlar. Hablar del hermanito chiquito.  >> 

Taumante:- ¿Dike? ¿Estás bien?

Dike:- (Abriendo los ojos) ¿Qué?

Taumante:- Ceto vino.

Dike:- ¿Qué?

Taumante:- ¿Estás embelesada con algo?

Dike se levantó sentándose en el borde de su cama y sacudió su cabeza para despertarse del hermoso sueño que estaba teniendo recordando lo que había escrito en su diario hace unas horas.  

Taumante:- Tocaron el timbre y atendí. Era Ceto.

Dike:- ¿Ya son las tres de la tarde?

Taumante:- Creo que es obvio que es más tarde, tus amigos siempre llegan tarde. Lo dejé esperando en el sillón del living. No vayas a hacerlo esperar.

Dike le sonrió sínicamente y salió corriendo a atender al recién llegado. Tentado por el descuido de su hermana, aprovechó para abrir el diario íntimo que dejó sobre la mesa de luz y leer la última hoja. Automáticamente lo cerró y se retiró a su cuarto.

Dike:- Hola Ceto. ¿Cómo estás?

Ceto:- (Sonríe) Por ahora de pie y sin apuro.

Dike se ríe por el comentario alusivo a la frase tan cotidiana usada por los solteros que no tienen problemas con su estado sentimental o que si lo tienen, pero no quieren demostrarlo.

Ceto:- ¿De qué te reís?

Dike:- En que se dice “soltero y sin apuro”. Lo dijiste mal.

Ceto:- Bueno, che. Era un chiste. Además – tomó asiento en el sofá -, pronto voy a dejar de ser soltero.

Dike:- Ah, ¿sí? ¿Y quién es la desgraciada?

Ceto:- Que mala que sos Dike.

Dike:-  Es un chiste, no te enojes.

Ceto:- Podría pero no lo voy a hacer, simplemente te voy a dejar con la duda de quién es ella.

Dike:- Eso es peor que lo mío. No podes dejar a alguien con la intriga.

Ceto:- Ya que insistís, te lo voy a decir. La chica que va a ser muy pronto mi novia es…

El timbre sonó interrumpiendo la declaración del muchacho. Dike esperó a que el mayordomo de su hermano bajara corriendo por las escaleras para abrir la puerta. Pero no sucedió. Tal vez estaba escuchado su música y no de percató que el timbre había sonado.

Dike:- Fuiste salvado – corrió a abrir la puerta.

Ceto:- Claro, Dike... Te salvó a vos.

Dike:- ¡Por fin llegaron!

Ferusa:- Bueno, bueno. Lo que pasa es que traje unos formularios para que llenes.

Dike las invitó a pasar con la mano, las chicas se adentraron a la casa y, antes de que cerrara la puerta, Dike le arrebató de las manos a Ferusa los formularios para completarlos ella.

Ferusa:- Qué confianza querida, ¿los queres entregar vos?

Dike:- Si no te molesta.

Absorta en la tarea de completar las planillas, Dike se sentó en el sillón apartada del resto de los invitados. Se acomodó el pelo que le caía en la cara atrás de la oreja. Estaba rogando porque el tiempo pasara para que su cabello creciera. El corto la estaba matando. Ya no lo soportaba más. Quería atárselo para que no la molestara más en este tipo de situaciones. 

Luego de unos diez minutos, Ferusa llegó de la cocina con una bandeja que contenía un juego de yerba y azúcar de alpaca, un termo con agua caliente y un mate que hacía juego con ambos dos. La casa de Dike era como su segundo hogar, por lo que se desenvolvía con fluidez entrando y saliendo de las habitaciones normales.

Ceto se contemplaba las manos mientras Lisiánasa se acercaba a él un tanto cargosa. Él seguí jugando con sus dedos, entrelazándolos evitando mirarla.

Lisiánasa:- Ceto, me encanta como sos, tu personalidad, tu forma de ver las cosas, tu fuerza. Vos me gustas, ¿entendes?

Ceto:- Lo sé, y a mí me caes muy bien como amiga, ¿entendes?

Lisiánasa se levantó y pidió permiso para ir al baño. Se notaba aturdida. No le gustó, ni pensó que iba a obtener esa respuesta por parte de él.

Dike:- (Apoyando los papeles sobre la mesa ratona) Bueno. Ya terminé. Ahora vamos a resolver el tema del nombre de nuestro grupo.

Ferusa:- ¡Ya era hora!

Dike:- “Ya era hora”… Claro, podrían haber pensado algo mientras yo completaba los papeles, ¿no?

Ferusa:- Bueno, pasa que no podíamos empezar sin que todos los integrantes del grupo estuvieran presentes. Sería feo.

Dike:- Claro, claro. Dame otro mate, por favor.

Ceto:- A mí se me ocurrieron algunos como  “3 diosas” o “Afroditas”.

Dike:- ¿Qué? No, no, no. No me gustan para nada.

Lisiánasa:- (Volviendo del baño) A mi me parecen copados.

Ferusa:- Estoy de acuerdo con Dike. Tiene que ser un nombre original, que pegue y que sea bien llamativo.

Dike:- ¿No puede ser discreto?

Ceto:- Bueno, ¿qué tal “Hermosas” o “Las crotas”?

Lisiánasa:- ¡“Las crotas”! ¡Me encantó!

Dike:- (Casi atragantándose con el agua del mate) ¡¡No!!

Ferusa:- “Las crotas” me gusta, es pegadizo.

Ceto:- ¿Vieron? Tengo buenas ideas.

Lisiánasa:- Gracias Ceto.

Lisiánasa lo tomó de las manos generando un silencio incómodo entre todos. Ceto no había sacado sus manos de entre las de ellas lo que provocó en la lengua floja de Ferusa decir lo que tenía dentro de su cabeza sin filtro alguno.

Ferusa:- ¿Ustedes dos tienen algo?

Lisiánasa se sonrojó. Miró a Ceto, que estaba perplejo y luego de un momento sintió que él la soltó. Se revolvió el cabello dejando incluso más juvenil de lo que parecía y preguntó.

Ceto:- ¿Algo como qué?

Ferusa:- No sé, ¿son novios?

Dike:- (En tono de reto) Ferusa…

Ceto:- ¿Vos estás loca?

Ferusa:- ¡Ay! Bueno. ¡Yo que sé! Ella siempre te da la razón y vos te dejas abrazar o tocar.

Ceto:- Creo que soy así con todas, no tengo preferencias.

Dike:- Voy a arreglar este mate, traten de no matarse, ¿sí?

Lisiánasa arrugó los labios, no le gustó lo que oyó. La voz de su conciencia se moría de la risa, sabía que había metido la pata. Había quedado como una idiota ante las chicas. Podía asegurar que al siguiente día iba ser la burla de todo el salón. Ferusa se encargaría de contárselo a su ahora enemiga Actea y Dike, se lo contaría a su intima amiga, Euribia. Estas dos lograrían esparcir el rumor por toda la escuela.

Lisiánasa:- Bueno, yo me tengo que ir. Los dejo.

Con los hombros encogidos, se retiró saludando a todos en la casa, excepto a Ceto que se quedó mirándola con el ceño fruncido. Lo había arruinado todo.

Dike:- Chicos, realmente este nombre no me gusta para nada. No es original. No me atrapa.

Ferusa:- (Suspira) Creo que es cierto, estamos tan entusiasmadas por la formación del grupo que elegimos cualquier cosa.

Dike:- ¿“Entusiasmadas”? Yo no lo estaba hoy, sigo sin estarlo. La única acá con ganas de esto, sos vos.

Ferusa:- Basta Dike. ¿No te gusta la idea de volver a nuestro club?

Dike:- ¿Hace cuánto que no practicamos Ferusa? ¿Crees que vamos a poder hacerlo? Lo dudo. Recordá que perdimos el toque. No practicamos más. Además, el patín requiere de una condición física y una disciplina muy importante. ¿Crees que Lisánasa cumpla con el nivel que exige el patín?

Ferusa:- (Triste) Dike, siempre viendo el vaso medio vacío.

Dike:- Veo la realidad, no quiero ser positiva y después caer en al decepción.

Ferusa:- Pero tampoco tenes que andar negativamente arruinando todo.

Dike:- A ver. Es sólo un pensamiento. Pensé en voz alta. La próxima lo haré sola.

Ferusa:- Gracias.

Dike:- De nada.

Ceto:- Mejor vayan por las cosas más cortas. Ahora preocúpense por el nombre del grupo. Eso les va a dar fuerzas para seguir con el entrenamiento básico que van a tener que hacer para sincronizarse. Si mal no escuché, ustedes ya se conocen. Además, por lo que veo, no se llevan muy bien con Lisiánasa, por lo que van a tener que fortalecer los lazos.

Dike se echó para atrás. Ceto había dicho mucho. Y, para su sorpresa, todo era cierto. ¿Cómo iban a poder practicar y hacer una presentación si no coordinaban entre ellas? Más aún, si no se llevaban bien entre ellas. Iba a tener que dejar sus diferencias con ambas para poder lograr el objetivo principal, satisfacer a Ferusa por ese día.

Dike:- ¿No pudiste ver el nombre de los otros grupos?

Ferusa:- Sólo sé el nombre del grupo ganador a nivel nacional del año pasado.

Dike:- ¿Y cuál es?

Ferusa:- “The Stars”.

Dike:- “Las estrellas”… Un poco egocéntrico.

Ceto:- ¿Un poco? Se nota que son nenitas. Ya me las imagino, todas de rosa haciendo piruetitas como nenitas tontas.

Ferusa:- El patín, querido, no es un deporte que se haga a la ligera. No cualquiera puede ponerse esos patines.

Dike:- Yo dudo que pueda ponerme los patines que tenía de chica.

Ferusa:- (Ríe) Creo que yo también ya no entro en mis viejos patines.

Cetos:- Están locas, ¿lo sabían?

Ferusa:- (Sonriendo) Si, si, si. Igual que Dike.

Dike:- E igual que Lisiánasa.

Ferusa abrió sus ojos, como si hubiera descubierto la pólvora, miró a los chicos que la observaban intrigados.

Dike:- ¿Qué pasa?

Ferusa:- Creo que ya tengo el nombre de nuestro grupo.

Ceto:- ¿Cuál es?

Ferusa y Dike:- “Dementes”.

Ceto:- (Aplaudiendo) ¡Buenísimo! Las tres son unas locas. Es el mejor nombre.

Ferusa:- (Sonriendo) Qué feliz me hace. Ya tenemos nombres. Ahora sólo falta practicar.

Dike:- Todavía hay que decirle a Lisiánasa. Esperemos a que le guste.

Ferusa:- Le decimos que Ceto lo sugirió y va a aceptar sin problemas.

Ceto:- Muy gracioso Ferusa. Muy gracioso.

Ferusa:- ¿Y tus viejos, Dike?

Dike:- Se fueron a cenar a la casa de unos amigos de mi papá, pero se quedan a dormir allí…

Ceto:- Te dejaron solita.

Dike:- Nunca estoy solita. Estoy con Tau y con Timoteo, mi perro.

Ferusa:- (Se pone de pie) ¿Y dónde está el perro más mimoso del mundo?

Desde el patio, Timoteo ladró con alegría al escuchar su nombre. Ferusa se levantó del sillón y lo fue a buscar.

Dike:- Nena, me lo vivís malcriando al chico… Todos los días, cuando venís, se pone como loco.

Ceto:- Tal vez vos no le das el cariño que necesita.

Dike:- Seguro, no es mi perro. Es de Tau.

Ceto:- ¿Es el que abrió la puerta?

Dike:- Si, suele hacerlo. Excepto hoy. Debe estar escuchando música con los auriculares.

Ceto:- Igual lo debes de querer al perro, ¿no?

Dike:- No soy tan mala. Le doy de comer de vez en cuando.

Ceto se acercó a Timoteo que estaba acurrucado en el regazo de Ferusa. Lo acarició y éste se dejó. Dike limpió la mesita ratona y fue buscó un paquete de galletitas surtidas para que comieran. Como si fuera planificado, Taumante bajó medio somnoliento refregándose los ojos.

Ferusa:- (Con una sonrisa traviesa) Parece que recién nos levantamos, ¿no?

Taumante sonrió mostrando su sonrisa especial de nene consentido que tenía y acarició a su mascota. Inmediatamente, Timoteo movió la cola desesperadamente y se acercó a su dueño.

Taumante:- (Acariciándolo) Hace mucho que no salimos a pasear. Lo siento tanto Timo…

Dike:- Tau, llevá el perro afuera.

Ferusa:- Esperá que lo saludo.

La chica se levantó del sillón, revolvió el pelo del muchacho y acarició a Timoteo. Ambos fueron a llevar al perro al patio dejando solos a los otros dos.

Ceto:- Ese perro necesita un baño.

Dike:- (Sonríe) Es cierto,  ni con la lluvia se baña.

Ceto: - Tal vez aprenda de su dueña.

Dike:- (Cruzando los brazos) Mira nene, yo me baño.

Ceto:- No me digas nene porque soy más grande que vos.

Dike:- No es divertido Ceto.

Ceto:- Fue una joda, no te la creíste, ¿no?

Dike:- (Mirando a otro lado) No juegues con eso…

Ceto:- Vos no me mandas a qué puedo jugar.

Dike sintió que el chico estaba queriéndola hacer ingresar en el juego de palabras. Ella optó por seguirle la corriente.

Dike:- Lo único que te digo es que no se juega con esas cosas.

Ceto:- ¿Y con qué otras cosas no se juega?

Dike:- Bueno, con…  con los sentimientos, con el amor y con las personas.

Ceto:- (Acercándose) Yo nunca jugaría con una persona, y menos con el amor de mi vida.

Dike:- (Señalándolo) ¡Ah! Vos me tenes que decir quién te gusta.

Ceto:- (Tocándose el pecho) ¿Yo? ¿Cuándo?

Dike:- (Acercándose inconscientemente) No te hagas el tonto… Hoy estabas a punto de decirlo.

Ceto:- Bueno, está bien. Pero tenes que prometerme que no se lo vas a contar a nadie.

Dike:- Claro, podes confiar en mí.

Ceto:- La chica que me gusta es…

Ferusa y Taumante llegaron de afuera interrumpiendo nuevamente la confesión del chico. Ella estaba abrazándolo frotando sus brazos por el frió de la tarde otoñal y Dike, como hermana sobreprotectora, se puso de pie y los separó bruscamente.

Dike:- (Sin dejar de mirar a Ferusa) Ponete un saco Taumante.

El chico sonrió aliviado y se retiró a su cuarto. Las chicas se sentaron y permanecieron por un momento calladas.

Ferusa:- (Rompiendo el silencio) Creo que vas a tener que bañar si o si a tu perro. La suciedad no se salió de mis manos.

Dike:- Te las hubieras lavado por más tiempo en vez de andar metiéndolas donde no deben.

Ferusa:- (Entendiendo la indirecta) Sólo le dí calor, estaba temblando.

Ceto:- (Riéndose a carcajadas) No lo puedo creer. ¿Sos la guarda bosques de tu hermano?

Dike:- ¿Algún problema?

Ferusa:- ¡Ay! ¡Miren la hora! Es re tarde. Me tengo que ir o mis viejos me van a matar.

Mientras los chicos despidieron a Ferusa, que decidió marcharse antes que Dike la volviera loca con preguntas innecesarias, el teléfono sonó y Taumante, que estaba bajando las escaleras con un saco blanco, como Dike le dijo que se pusiera, atendió.

Dike:- ¿Y? ¿Quién era?

Taumante:- (Nervioso) Un amigo.

Dike:- ¿Y qué quería? (Mira el reloj de pared) Son las siete de la tarde. Me imagino que no querrá que le des tu tarea.

Taumante:- (Pellizcándose el pómulo izquierdo) Este… Si… Eso quería. La tarea de… matemática.

Dike:- Es muy tarde para que salgas solo, ¿entedes eso?

Taumante:- Si, pero… no puedo dejarlo así.

Viendo la carita de perrito mojado que estaba teniendo en ese momento su hermano menor, Dike no tuvo más opción que dejarlo ir con la bicicleta. Le ordenó que lo llamara a la casa cuando llegara. De forma inmediata. Sus padres no se encontraban y ella, como la hermana mayor, estaba a cargo de todos en la casa. La decisión que había tomado le iba a pesar mucho si todo salía mal. Rogaba internamente porque su hermano llegara sano y salvo. Ella quería que fuera feliz y un amigo para Taumante era totalmente extraño. Así que no podía dejar que él perdiera la oportunidad.

Ceto:- Parece que nos quedamos solos…

Dike:- << ME >> quedo sola. Vos te vas a tu casa.

Ceto:- ¿No querés que te haga compañía?

Dike lo miró con cara de << Retírate ahora mismo de mi casa >>, pero antes de que la señal se transformara en palabras, sonó el timbre.

Dike:- ¡Este día no se termina más!

Ceto se sentó en el sillón cómodamente sonriendo y Dike abrió la puerta.

Euribia:- Hola Dik.



Autora: Ferdeimos
Revisión: Alice





Los hechos y/o personajes de la historia son ficticios, 
cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia

Nos leemos dentro de dos semanas

Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 3.0,
                          como se detalla en http://creativecommons.org/licens. 

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