Capítulo 1: El comienzo.
A pesar de
estar en otoño, el día se presentó soleado. Muy pocas nubes ocultaban la
luminosidad del sol. Aún, el verano, no parecía dar signos de querer retirarse
y claro, el cambio de estación estaba en plena transición.
El reloj redondo, metálico con
agujas plateadas y fondo negro, suena marcando las siete de la mañana. Una mano
sale debajo del acolchado anaranjado y lo apaga. Luego vuelve a esconderse.
Pronto, una mujer de piel clara y cabello castaño claro, ingresa al cuarto donde
hace cinco minutos había sonado el despertador.
La mujer mueve delicadamente a la
persona que se encontraba tapada en su totalidad tratando de lograr que se
despierte. Al no recibir ninguna señal de recibo, saca la frazada anaranjada
con hojas secas, como estampado, y logra que la muchacha que estaba debajo, se
moviera dando indicios de que se iba a levantar. Satisfecha, la mujer se retiró
para seguir despertando al resto de la familia.
En el baño, se halla un muchacho
de cabello rubio y semi-largo, ojos verdes y piel blanca, cepillándose los
dientes
Ya eran las 7:30 y los chicos
tenían que estar en la parada, para tomarse el colectivo y llegar a tiempo a la
escuela, a las 7:45. Era evidente que no iban a llegar.
La muchacha, que había evadido al
despertador con su mano, tom a su taza de leche con chocolate de un sorbo y,
mientras se viste con el uniforme de la escuela, que consta de un guardapolvo
blanco largo hasta las rodillas, come una galletita de un solo bocado.
Dike:- Dale Tau, ¡tenemos que llegar temprano!
Dike es una chica de 13 años que
cursa octavo año en la escuela pública Isabel Nogal. Físicamente posee algunos
kilos de más con respecto a su metro cincuenta y cinco. Se puede apreciar que
mucho deporte no realiza debido a que posee una cadera que sobresale de su
figura. Esto también puede deberse a que le encanta leer y pasa mucho tiempo
estudiando. Tiene el pelo del mismo color que su madre, pero un tono más claro,
debido a la mezcla genética con su padre. Sus ojos son verdes y su tez es clara,
como su madre.
Taumante:- (Poniéndose de pie)
Bueno, espera que salude a papá.
El muchacho, de 10 años, es
atlético y posee casi todas las características genéticas de su padre. Lo único
que obtuvo por parte de su madre es la belleza física que llama la atención en
cualquier lugar, cosa que su hermana mayor, no obtuvo.
Dike sale por la puerta de atrás
de la casa, donde se encuentra un patio y una cucha de perro, saca las tres
bolsas de basura depositándolas en el canasto negro de fierro que se halla en
la calle y, ya dentro del patio, se lava las manos en la pileta.
Dike:- (Saliendo por la puerta
principal) ¡Chau ma! ¡Chau pa!
Espera la respuesta del saludo y
se va con su hermano caminando por la vereda de su casa. El barrio en donde se
encuentran es un lugar que se
caracteriza por estar habitado por personas de la tercera edad, por lo
que es muy tranquilo. En cada frente de cada casa, hay un árbol perenne que
decora y mantiene la armonía entre la ciudad y lo natural.
Si entre los hermanos del mismo
sexo hay problemas, entre hermanos de distintos sexos, hay muchos más. Y estos
no eran la excepción. Dike y Taumante no se llevaban para nada bien. Él estaba
iniciándose en la adolescencia y ella estaba transitándola. Así que, para no
comenzar conflictos, ellos trataban de hablar lo mínimo e indispensable.
Dike:- (En la parada del
colectivo) ¿Tenés el bono?
Taumante:- Si, tonta. ¿Qué te
pensas que soy?
Dike:- (Burlándose) Mi hermano
olvidadizo.
Taumante:- Mira, no te contesto
porque ahí viene el cole, porque sino…
Dike:- (Provocándolo) ¿Sino qué?
¿Me pegas? – Ríe.
Taumante:- (Haciéndole señas al
colectivo para que se detenga) Cállate monga y subí.
Ambos suben y Dike se encuentra
con sus amigos y compañeros de curso que tomaban el mismo colectivo que ella.
Entre ellos se encuentran Euribia, Cimóteo, Sao (hermano de Cimóteo) y Galatea
(perteneciente a otro año). Al finalizar, se sienta con Euribia, su mejor
amiga. Por otro lado, Taumante duerme en lo que resta del trayecto hasta llegar
a la escuela.
<<Euribia es una chica de pelo enrulado
largo castaño oscuro de tez blanca, más clara que la mía. Tiene un cuerpo
bastante desarrollado, lo suficiente para creer que tiene más edad de la que
realmente posee. Recibió el don de tener pechos grandes, cosa de la que está
muy agradecida y causa del constante deseo de los chicos de la escuela. Fue el
año anterior, cuando ella ingresó a la escuela, que llamó la atención de todo
el curso y de los años superiores también. >>
Una característica de Dike es que
siempre trata de incluir a todos en el curso. Ella no lo hace con la intención
de ser reconocida por ello, pero inconscientemente, se acerca a los nuevos,
interactúa con ellos y logra que se integren al resto del grupo, como si nunca
hubieran sido nuevos en la escuela.
Es por esta razón, y porque sabe
guardar muy bien los secretos, que Euribia eligió a Dike como su mejor amiga.
Así mismo, Dike la considera como su mejor amiga número uno.
<< Cimóteo y Sao son mellizos. El primero
es más alto que el segundo, al igual que mucho más bueno como persona. Ambos
son muy delgados, de teces blancas, pecosas y pelirrojas. Además, comparten el
mismo tipo de humor, sus chistes son de burla hacia otros. De todas formas, Cimóteo es un chico que
haría cualquier cosa por ayudar a los demás.
Por último, está Galatea, una chica de
tez morena, de estado físico envidiable, de cabello oscuro, de ojos marrones y
con un muy buen gusto a la hora de vestirse. Ella está cursando en séptimo año,
un año menos que yo y los otros tres, pero por compartir el transporte, ha
llegado a incluirse en el grupo de viaje.
La escuela Isabel Nogal es una
institución muy chica, con capacidad para albergar a cursos hasta noveno año.
Su fachada externa es impecable, posee un gran mural pintado por los alumnos
del último año de la escuela de arte de la ciudad que se ofreció hace ya mucho
tiempo y que vienen a mantener todos los fines de año. >>
Luego de subir a la bandera con
el típico desgano de los alumnos, de escuchar el clásico discurso de la
directora del inicio de clases, con mensajes esperanzadores de los cuales vaya
a saber uno si se cumplen o no, pero que se oyen bonitos, los alumnos ingresan
a los salones respectivos con gran lentitud porque había muchas cosas que
contarse.
Euribia:- (Sonriendo) Dike, ¿te
sentas conmigo?
Dike:- (Apenada) Perdoname Eu,
pero quedé en sentarme con Ferusa.
Euribia:- (Triste) Bueno, bueno, no hay problema, me
siento con Actea.
Actea:- (Acomodando la silla) Si,
no hay problema.
<< Estamos acostumbradas a elegir con quién
nos vamos a sentar por el resto del año. Una vez que elegimos con quién, ya no
podemos cambiar. A veces cuando alguna faltaba, cambiábamos de compañera de
banco y nos olvidábamos de la elección tomada. >>
En este caso, Euribia tuvo que
haberle pedido a Dike al finalizar el año anterior para poder ganarle el lugar
a Ferusa.
Ferusa:- (Abriendo la carpeta con
cierre) ¿Y quién se sienta con Lisianasa?
<< En esta época estaba de moda la carpeta
con cierre que permitía transportar las hojas de las carpetas y la cartuchera,
entre otras cosas. Ferusa es una chica que siempre está a la moda . Si algo es
novedoso, ella lo tiene que tener. Y su padre, como la consiente demasiado, le
corresponde a cada uno de sus caprichos. >>
Actea:- Y… Eudora - Piensa por un
momento - O sola…
Dike:- (Sacando las cosas de su
mochila) No seas mala Actea.
Nereo:- (En forma de burla) Ay…
“No seas mala Actea”…
Dike:- ¿Vos sos o te haces?
Nereo:- Bueno, por ser el primer
día de clases…
Lisianasa:- (Sentándose) Así que
me tengo que sentar con Eudora – Sonríe - Está bien, es hora de conocerla un
poco…
Llega la profesora, una mujer de
tez morena, cabello oscuro y largo (con algunas canas), de muy baja estatura,
pero que transmitía el conocimiento de una forma tan placentera, que no era de
su necesidad, tener que llamar la atención de los alumnos a cada instante.
Así que todos los chicos se
sientan en sus respectivos bancos esperando las instrucciones de la docente
para tener conocimiento de lo que se daría en el año.
Comienza la clase y entra la
preceptora. Haimide es una mujer de tez morena, pelo corto con algunas canas
disimuladas por la tintura en su cabello y de estatura un poco menos baja que
la profesora. Ella les informa que habrá una demora en la fotocopiadora y que
hoy no se podrán sacar copias. Los alumnos festejan, alegres de que no les
podrán dar tarea en todo el día.
Daili:- (Sonriendo) Festejen que
se las hago escribir…
Es claro que, aunque la clase
fuese la más entretenida del mundo, aunque sólo se esté viendo una película
interesante o simplemente, se esté perdiendo el tiempo, cuando suena el timbre,
es recreo. Y los recreos son sagrados.
Las chicas del curso de Dike
salen al patio dejando a los chicos en el salón jugando con tizas. En eso se
encuentran con las chicas del curso inferior, entre ellas estaba Galatea, que se
lleva aparte a Dike. Ella le dice que quiere salir con Nereo y que le gustaría
que ella la ayudara.
Dike:- (Sutilmente enojada) ¿Vos
no te acordas que el año pasado tuvimos el mismo diálogo? Acordate, hace
memoria.
Galatea:- (Sonríe) Si, pero este
año es diferente. A vos ya no te gusta más Nereo, ¿o sí?
Dike:- Ya te dije que me parece
un nene y que ya no me gusta más. A parte, ¿Quién se quiere meter con una piba
como yo?
Galatea:- Bueno, entonces me
quedo tranquila…
Galatea se retira sonriendo y
deja a Dike pensativa. Ni ella sabía que estaba sintiendo por Nereo en este
tiempo, pero no dudó ni dos segundos en responderle a Galatea, incluyendo
fundamento.
Mientras tanto, en el aula,
algunos de los chicos siguen jugando con una pelota de papel envuelta con cinta
transparente y otros hablan.
Nereo:- ¡Qué suerte que empezamos
las clases! En mi cárcel ya me estaba aburriendo. Quería ver a las chicas.
Cimo:- (De forma soberbia) Creo
que estás contento por ver a Galatea.
Nereo:- Creo que tus creencias
están muy equivocadas. No la quiero ver más. Es mi ex novia y todavía no la
entiendo. Salí con una furcia.
Perseo:- (Devolviendo la pelota)
Una que está buena.
Nereo:- Pero si no tiene nada –
Sonríe - Por eso la llaman “Ayelén”.
Perseo:- (Curioso) ¿Ayelén?
Nereo:- Claro, hállenle las
tetas, el culo…
Nereo y Cimo ríen ante el juego
de palabras, pero en el rostro de Perseo no parecía pasar los mismo.
Hipoteo:- Esta bueno el chiste –
Continúa riendo.
Perseo:- (Serio) No lo es. Ella
te quería.
Hipoteo:- Uf, se notó bastante.
Sobre todo cuando salió con Psámate.
Perseo:- ¿Y eso que tiene que
ver? O sea, ella trató de olvidarse de Nereo.
Nereo:- (Sentándose en la mesa)
Salió mientras estaba conmigo…
El ambiente se tornó incómodo,
Perseo se acababa de enterar del por qué de la ruptura de aquellos dos y Nereo
había revivido un recuerdo doloroso.
Sao:- (Golpeando a Nereo en el
hombro) Déjense de joder con esa, ya sabemos lo que es, ¿para qué joder? – Hace
una pausa – Además, tenemos a Euribia.
Los cinco asienten, la teoría de
Sao era verdadera, Euribia era una chica bastante amigable con todos.
Suena el timbre que anuncia el
fin del recreo. Todos ingresan al aula para comenzar con la clase de lengua.
Los lunes tenían una hora de ciencias sociales, dos de lengua y la última hora de
ciencias sociales, nuevamente.
Dike:- (Mirando a su alrededor)
¿Dónde está Eudora?
Sorprendidos, todos comienzan a
buscarla dentro del salón. Era totalmente banal hacer esto ya que el aula era
lo suficientemente pequeña para no encontrar a alguien.
Nereo:- ¡Ni siquiera están sus
cosas!
Actea:- (Con una mano bajo su
cara, indicando despreocupación) Busquen en el baño… en el baño de hombres,
claro.
Dike:- (Preocupada) ¡Cortala
Actea! Hay que preguntarle a la preceptora.
Lisianasa:- (Poniéndose de pie)
¡Si, vamos!
Sanliva:- (Imperativamente) Nadie
se mueve del salón sin mi permiso. A menos que…
La profesora es interrumpida por
el silencio del salón, todos fueron a receptoría. Haimide devela el misterio de
Eudora. Ella fue retirada por sus padres ya que tenía una consulta con el
médico coincidiendo el horario con las clases.
Ya satisfechos, regresan al salón
sin saber lo que les espera.
<< Una cosa que no se debe hacer es no
dejar al profesor con la palabra en la boca. Siempre hay que hacerles creer que
tienen el control sobre nosotros sabiendo claramente, que somos más que ellos,
pero con el tema que nuestras notas dependen de ellos, es mejor tenerlos
contentos que enojados. >>
Ferusa:- (Sorprendida) ¿¡Veinte
preguntas para mañana!?
Sanliva:- (Satisfecha) Si, por retirarse
sin permiso.
Dike:- (Arrepentida) Señora, no
los culpe a todos, yo di la idea de averiguar. Creo que me tengo que hacer
cargo…
Nereo:- ¡Si, es cierto! Ella se
tiene que hacer cargo de la situación – Señalando a Dike.
Sanliva:- Pero que buen compañero.
Ya sea porque Dike toma todo lo
que viene de Nereo como algo negativo o porque este comentario fue la gota qua
que rebalsó el vaso de paciencia, ella se enoja con él y opta por no dirigirle
la palabra hasta que se le pase la irritación.
Lo peor que se le puede hacer a una
persona es ignorarla por completo, y es aún más notorio cuando el salón es
reducido en cantidad de alumnos y cuando hay que verse cuatro horas, todos los
días de la semana, de lunes a viernes.
Nereo, que no es tan tonto como
suele parecer, logra interpretar que está siendo ignorado. Así que decide
hablar con ella o, por lo menos, intentarlo. Elige el momento en que ella está
caminando hacia su casa, al finalizar las clases del día.
Nereo:- (Acercándose) Heeemmm…
¿Dike?
Ella no le responde. Solo sigue
caminando para su casa, porque perdió el colectivo, su hermano la hizo retrasar
y subió primero. Como el colectivo llega cada veinte minutos, decidió caminar y
guardar el bono para otro día.
Nereo:- (Tirándole del buzo azul)
Dike, ¿podemos hablar?
Ella hubiese preferido tener
auriculares y no haberlo escuchado, pero lamentablemente sus padres no tienen
dinero para comprarle algo no necesario para su vida diaria.
Dike:- (Aún caminando) ¿Qué
querés?
Nereo:- (Se detiene) Hablar…
Dike:- No empieces con tus bromas
de mal gusto.
Nereo:- ¿Ni siquiera me vas a
mirar?
Ella comprende que las acciones
de Nereo no fueron tan graves como para mantener este tipo de papel frente a
él.
Dike:- A veces incomodan… Tus
chistes hacen sentir mal a las personas que más cerca tenes.
Nereo sabe a qué se refiere. Él
sabe que con esas palabras se había pasado. Algunas veces hay que saber
mantener la boca cerrada.
Nereo:- (Iniciando la caminata
para no perderle el paso a Dike) ¿Vos estás diciéndolo por lo de hace un mes y
medio?
Dike:- (Deteniéndose por la
noticia) ¿Tanto pasó?
Nereo:- (Sonríe) Si, imaginate
que lo notó el director.
Dike:- ¿Y qué tiene que ver el
director? ¿Qué me importa?
Nereo:- Y... mucho. El cree que
tenemos algo.
Dike:- ¿Algo como qué?
Nereo:- Acompañame a un ciber y
hablamos.
Dike:- No puedo, tengo que llegar
a casa temprano.
Nereo:- Dale… Hacelo por mí –
Sonríe esperando que ella consiga convencer a Dike.
Dike:- Anda a cagar Nereo.
Nereo:- (Rueda sus ojos) Y otra
vez empezamos. Mirá, mejor te espero el sábado a las seis en esta plaza de las
rosas y charlamos.
Las plazas en esta ciudad son
conocidas, entre los habitantes, por alguna característica propia de la misma.
En este caso, la plaza tiene muchas rosas, por lo que las personas la llaman así.
Otras se caracterizan por tener lagos, tanques o banderas. Es increíble como
los que las construyen se las ingenian o no, para dejar en cada una, algo
distintivo.
Dike, valiéndose del silencio, se
retira y lo deja solo. Él, con sus manos en los bolsillos de su polar
beige, la observa hasta que se pierde.
Al regresar a su casa, él se
encuentra con Galatea. Ella llevaba un jean claro ajustado y una polera rosa.
Su guardapolvo colgaba de su mochila de una forma desprolija, daba la impresión
de habérselo quitado apenas unos segundos antes de que sus miradas se
cruzaran. Aprovechando la fragilidad del
andar de Nereo, lo saluda con un fuerte
abrazo. Él reacciona mal, la empuja y sale corriendo maldiciendo.
<< La semana de clases empezó muy lenta y
terminó muy rápido. Los profesores se aprovechan que dentro de poco llega una
semana de descanso propia de nuestra ciudad. Vienen muchas personas de otros
lugares a pasear y descansar, por lo que la ciudad se convierte en un centro
turístico plagado de personas.
Nereo no había ido a clases por toda esa
semana, ¿me estará evitando? No lo entiendo, tener que esperar hasta el sábado
para obtener una respuesta. ¿Qué me querrá decir?
Decidí volver a casa caminando. Es hora
de ponerme en forma, nunca me lo puse a pensar, pero no quiero ser más lo que
era antes, y si hay algo que tenemos los adolescentes es fuerza de voluntad. O
eso es lo que yo tengo. No lo sé. >>
Otra cosa que noté es que no le dije
nada a nadie. No le pregunté a mis amigas que opinan de lo que tal vez Nereo me
tenía que decir. Aprendí mucho el año pasado a no confiar en nadie. Es claro
que las quiero, que son mis amigas, pero aunque sé que no lo hacen
conscientemente, siempre terminan arruinando los planes. Ya sea encuentros,
charlas o meros sueños… Nunca se debe confiar en las amigas a la hora de
chicos.
Finalmente el sábado llegó. Dike
estaba cepillándose el pelo para mantener su clásico peinado de raya al costado
izquierdo con un poco de volumen en su flequillo. A ella mucho no le gustaba
resaltar su cara, por lo que usaba flequillos para tapar su frente. En pijama,
elegía la ropa para el encuentro con Nereo. A pesar que no era una salida con
el chico que quería, o con su novio, ella tenía que estar arreglada.
<< La ropa es muy importante cuando sos
adolescente. >>
En eso, suena el teléfono. Como
ella tiene uno inalámbrico, atiende. Era Galatea. Se quería encontrar con ella,
este mismo sábado y, por si fuera poco, a las seis de la tarde, en la plaza de
las rosas. Dike lo tomó muy por arriba. Los encuentros con Galatea siempre
terminaban pronto o ni siquiera empezaban. Algo siempre las interrumpía, un
llamado del celular de Galatea, un día de lluvia o…
Dike:- (Sorprendida) ¡Ay! ¡Me
tengo que encontrar con Nereo!
Dike no podía creerlo. Se acordó,
cuando cortó y confirmó su asistencia, de su encuentro con Nereo. Así que
guardó el pantalón claro por uno oscuro y cambió la camisa por una remera. Ella
sabía que no podía opacar a Galatea con nada, así que prefirió no intentarlo.
¿Qué va a hacer? A alguien va a
tener que dejar esperando. Y lo más importante, ¿qué quieren?
Link para descargar el capitulo y leerlo cuando quieran.
Capitulo 1
Capitulo 1
Autora: Ferdeimos
Revisión: Alice
Los hechos y/o personajes de la historia son ficticios,
cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia
Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 3.0,
como se detalla en http://creativecommons.org/licens.
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