Serie Dike ~ Completa

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Un espacio

Para agradecer a:

Alice por ser leer todo lo que escribo, por más que esté horrorosamente horrible (sobre todo con los tiempos verbales, ella saaabe).

Hachedesilencio que siempre tiene las frases precisas para los capitulos de Dike. Aunque el staff no lo sepa, gracias por hacer lo que hacen.

A mi familia por soportar todas mis locuras.

A los que leen, comentan, descargan y se dan una vuelta por acá. Perdón por el tiempo que me tomo para publicar cosas... gracias por leer!!

~ ferdeimos

jueves, 28 de noviembre de 2013

CyC.I.Capitulo1: Adultos

~ El principio ~

Tomo I
Autora: Ferdeimos
Revisión: Alice
Fotografía: J.C. González
Género: romance, escuela, +15, M/M


Capitulo 1: Adultos

<< ¿Cómo puedo describir al primo de Nereo sin ofenderlo (sin ofender a Nereo) o parecer caliente? Ese chico es realmente hermoso… No como Tau, pero tiene algo que lo hace especial.
¡AAAHH! Ya está. Suficiente. ¡Pero qué linda voz! Y sus labios… Son tan deseables… Y eso que sólo besé a Nereo. Pero, ¡por favor! Es demasiado lindo este chico… >>

Taumante estaba acostado sobre su cama leyendo plácidamente el diario íntimo de su hermana mayor. Algunos débiles rayos de sol atravesaban el vidrio de la ventana de su cuarto y dificultaban la vista, pero él adoraba el calor que recibía de estos. En cada punto y aparte el muchacho observaba el reloj. Era evidente que tenía los minutos contados. Nunca sabía cuándo podría llegar Dike y encontrarlo infraganti.
Taumante:- (Cerrándolo) Suficiente por hoy. Mi hermana está emanando mucho calor últimamente.
Había pasado un mes desde que Dike empezó a salir con Nereo y Taumante los había encontrado saliendo del ciber al que este frecuentaba y, sin querer, se vio envuelto en una especie de negocio sucio. A cambio de su silencio, Dike le debía de pagar. Así que allí estaba, esperando su recompensa, sentado en el sillón del living con uno de sus más preciados objetos, su libro de matemática.
Taumante:- Bueno, entonces quedará guardado tu pequeño secreto por un mes más. Tu primera cuota está saldada.
El teléfono sonó. Como es costumbre suya atendió. Era Euribia, una amiga de su hermana. Parece ser que Galatea estaba en la casa de ella estudiando con Tina, la hermana de Euribia, y Dike estaba yendo para allá. Taumante sabía cuál era la relación entre Galatea y su hermana, así que decidió hacer algo por Dike y salió con lo primero que encontró.
Moviendo su cabello ondulado castaño claro, Galatea se acercó hasta el recién llegado que tenía un vaso con agua ofrecido por Euribia.
Galatea:- Miren quién está. El príncipe. ¿Qué haces acá?

Taumante:- Me las vengo a llevar
Taumante respondió rápidamente. No le agradaba que le dijeran príncipe ya que obviamente no lo era. Ese título le fue adjudicado por su personalidad y belleza. Y de esto último no estaba muy orgulloso. Bellas eran las mujeres.
Galatea, en un acto de osadía,  rozó el mentón del muchacho indicándole que aceptaba ir con él a la biblioteca. Éste, al no saber cómo reaccionar tras esta acción nueva para él, corrió su rostro hacia atrás, lo que hizo que incrementara el interés de Galatea.
El tiempo en la biblioteca se hacía interminable, aunque era su lugar favorito, no le agradó hacer de niñero. Miró su reloj azul, ya era tarde, Taumante decidió dejar el lugar y marcharse para la casa de Euribia a dejar a su hermana.
En el trayecto, Galatea estuvo insoportable. No cesaban las indirectas acerca de la contextura física de Tina, la hermana de Euribia, sobre su edad y sobre su inventado principado. Taumante no dudó en hacerla callar varias veces logrando un rostro de furia en ella. Era evidente que Galatea estaba acostumbrada a que la trataran bien, pero eso no iba a suceder con el hermano de Dike, primero porque no estaba en la edad de mirar chicas y segundo, él jamás pondría un ojo en la enemiga de su hermana, más sabiendo todo lo que ésta sentía, a través de tardes de lectura de su diario.
A pesar del rechazo, cuando llegó el momento de separarse, Galatea tomó a Taumante de su brazo derecho, lo acercó hasta su cuerpo y lo besó. Tras que lo tomó desprevenido, Galatea le robó su primer beso, un beso que Taumante no olvidaría, no podría hacerlo si quisiera. Era su primer contacto físico con otra persona de distinto sexo y no tenía nada que ver con el contacto que tenía cuando jugaba al futbol con sus amigos del club. Esto era distinto,  por fin había comprendido las líneas del diario de su hermana cuando ella relataba acerca de su primer beso con Nereo.
Taumante:- Prácticamente me besé con Nereo.
Él sabía que Galatea y el novio de Dike fueron pareja el año pasado. En sus revueltos pensamientos, mientras regresaba con la bicicleta a cuestas, Taumante llegó a esa confusa conclusión.
A todo esto, cuando encontró un momento de paz en su cuarto para pensar tranquilamente acerca de lo último que vivió, llegó Dike con el fin de molestarlo con ideas del primer amor, de estar enamorado.

Taumante:- ¡Qué asco!
Dike:- Sip, es un asco, pero termina siendo muy bonito.
Y el día no terminaba allí, Nereo había llegado para invitarlos a una fiesta esa misma noche. Taumante no tuvo tiempo para asumir lo que le estaba pasando, ni para cambiarse cuando salieron hacia la casa del novio de Dike. Él sabía que su hermana no estaba muy contenta con esta invitación sorpresa.
Tener que mentirle a su mamá no le agradó al muchacho, pero esta iba a ser su primera fiesta con chicos más grande que él. Taumante tenía curiosidad por el mundo de los grandes, así que esta fue su oportunidad.
Ya había chicos cuando ellos llegaron y todos saludaron a los recién llegados. Más que fiesta, era una reunión de todos los amigos del curso de Dike. Las bebidas eran gaseosas y la comida estaba a punto de salir al ruedo. Los chicos cantaban canciones de moda cambiándoles algunas de las letras y riéndose por ello. La hermana de Nereo avisó que la comida ya estaba lista y todos, como si la fueran a atacar, tomaron sus panchos.
Taumante iba a agarrar uno de la mesa cuando sonó el timbre. Si hay algo que el chico tenía que aprender era a no abrir las puertas de las casas ajenas. En su casa lo dejaban hacer lo que quesiera. Él se sentía feliz haciendo eso, tal vez lo hacía para saber lo que sucedía a su alrededor o sólo le quedó la manía.
Taumante:- (Con una sonrisa) ¿Quién sos?
Pero la persona que estaba frente a él no respondió, se limitó a mirarlo sorprendido con sus ojos azules. Taumante lo notó y supuso que esperaba a que atendiera el anfitrión y no un mocoso de primaria. Sus propios pensamientos lo lastimaron.
Nereo:- (Acercándose a la puerta) ¡Dione! – Miró a los amigos del chico - Hasta que llegaron.
Taumante dejó su dolor auto inducido por haber descubierto el rostro del amor oculto de su hermana, el dueño del ciber, el primo de Nereo, el chico supuestamente especial. Aunque él no le veía nada extraordinario, sólo era un chico alto y común de secundaria. Eso sí, vestía muy bien. A Taumante le gustaron sus pantalones escoceses rojos y su remera blanca con un chaleco negro. Seguramente a Dione le quedaban bien esas cosas, porque una persona ordinaria no lo luciría tan bien como éste.
Cuando sonó por segunda vez el timbre, Taumante fue retenido por su hermana cuando, en un acto reflejo, quiso volver a atender en casa ajena. Dike lo reprendió y no le gustó, pero sabía que ella tenía razón, era de mala educación hacerlo y menos cuando no tenía autorización. De todas formas, no tuvo tiempo de gesticular palabra ya que, la persona que había tocado el timbre no era otra más que la persona que lo tenía todo confundido, la que hace menos de una hora le robó un beso, su primer beso.
Era clara la reacción de rechazo por parte de Dike hacia Galatea. Y todo se volvió confuso y peligroso cuando la esquivó para saludar primero a Taumante con un beso en la mejilla cercano al labio del muchacho. Imperceptible para todos, pero no para los involucrados.
Cuando la cena terminó y todos comenzaron a sufrir de sueño, los invitados se distribuyeron entre el living y la cocina de la casa. Taumante eligió la cocina para no estar en el mismo “territorio” que su hermana.
Pero la noche recién comenzaba, Galatea llegó hasta donde él se hallaba acostado y lo despertó. Lo que ella quería no era hablar, ella pretendía darle un curso avanzado de educación sexual. Esto al muchacho obviamente que no le agradó y trató de deshacerse de ella. Pero Galatea no cesaba, llegó a levantarle el buzo  y acariciar el abdomen del muchacho, intentando llegar hasta su pecho. Estas sensaciones nuevas llevaron a Taumante a reaccionar de forma asustada y violenta rechazándola por completo.
Galatea:- (En tono de burla) No me digas que te estás reservando para el amor de tu vida… Sos un chico, y se te está presentando una gran oportunidad, ¿no vas a  hacer nada?
Taumante:- Si, voy a gritar para que alguien te saque de encima de mí si no te vas ahora mismo.
Taumante había llegado al punto de hervor rápidamente, no era que su cuerpo no estaba reaccionando normal, sino que era el modo, la situación, la compañía la que lo tenía negado. No era el momento ni el lugar indicado para que ella lo toqueteara todo, ni siquiera lo había hablado con su madre. Galatea se retiró ofendida por el rechazo del muchacho. Éste se quedó callado por un momento. Las ideas pronto se acomodaron en su cabeza. Dike hacía muy bien en no juntarse con ella.
Dione:- (Acercándose) Lo que hiciste… Estuvo bien.

Taumante:- (Sorprendido) ¡¿Qué?! ¿Escuchaste todo?
Dione lo calla posando su dedo índice en los labios del muchacho. Taumante estaba avergonzado. Alguien había presenciado ese acto de cobardía masculina ante la mujer más libertina de la escuela. Dione retiró su dedo una vez que notó tranquilidad en el muchacho. Se acercó lentamente a Taumante. Éste estaba muy sorprendido por la situación.
Taumante:- No lo entiendo, ¿qué estaba buscando?
Dione tomó el buzo de Taumante y lo acomodó en su lugar.
Dione:- Te vas a resfriar.
Taumante observó el movimiento del muchacho que lo ayudaba a volver a su estado normal y retomó la conversación que le resultaba bastante interesante.
Taumante:- ¿Y la podes amar y luego odiar?
Dione:- (Piensa) Es tan posible como sentirte atraído por alguien y luego dejar de estarlo – Hace una pausa - Todo depende de lo que nos esté pasando. El odio y el amor son dos estados diferentes y muy fáciles de tener. Nunca hay un intermedio.
El silencio los invadió. Sólo los ruidos de la noche, los grillos, los ronquidos de alguno de los chicos y alguna que otra palabra emitida por los durmientes, tapaba el hueco entre ellos.
Dione:- Soy Dione.
Taumante:- (Sonríe) Soy el que abrió la puerta, Tau...
Dione:- (Interrumpiéndolo) Taumante. Me acuerdo.
Taumante:- (Sorprendido) Qué gran memoria.
Dione:- Al ser dueño de un ciber, recuerdo fácilmente los nombres.
En ese momento, a Taumante se le ocurrió hablar de Dike. Él sabía que Dione era el chico especial del cual su hermana hablaba tanto en su diario íntimo, y la curiosidad de saber si era correspondida lo carcomía.
Dione levantó la frazada azul para cubrirlos del frío confesándole que, en algún momento, sintió algo por su hermana, pero que esa misma noche dejó de sentirlo. Algo le había hecho cambiar de opinión. Algo que no podía contarle a él.
Los chicos callaron, habían escuchado ruidos de pasos acercándose a la cocina. Si bien estuvieron hablando muy bajo, no querían que otros se enteraran de esta larga y comprometedora conversación. Los pasos se hacían cada vez más fuertes, luego se detuvieron. Se encendió la luz y las miradas de los chicos se cruzaron con la de Dike que había ido a tomar agua.  
Dike:- ¿Qué hacen ustedes dos juntos? No me digan que se hicieron amigos...
Ambos se miraron con una sonrisa cómplice. Revolviendo los pelos de Taumante y sonriendo, mientras el muchacho se quejaba, Dione acotó - Tu hermano es muy divertido.
Dike se marchó después de haber respondido la pregunta de su hermano acerca de su paradero y ambos se acostaron para dormir.
Esa noche Taumante hizo un nuevo amigo y comprendió que el mundo de los adultos era tan o más complicado de lo que parecía.


Autora: ferdeimos
Revisión: Alice
Fotografía: J. C. González.



Los hechos y/o personajes de la historia son ficticios, 
cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia


Nos vemos lueguito...


Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 3.0,
 como se detalla en http://creativecommons.org/licens. 

3 comentarios:

  1. entre como si nada, y ahora no puedo saliiirrr

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  2. Esta genial…. pero fue muy corto, me hubiese gustado leer más

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