Deimos: Dike-Tomo II.Capitulo17: El plan "celos"

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Capitulo 17: El plan "celos"

La ronda había sido formada, los invitados estaban emocionados al ver a Ferusa bailando el vals con su padre sonriendo naturalmente. Estaba feliz de poder cumplir con todo lo que había planeado para su tan amada fiesta. Todo estaba saliendo perfecto. La música, la distribución de mesas, la comida, los vestidos de sus amigas, que estaban intentando arreglarse, y todos los regalos que pensaba recibir estaban acumulados cerca de la entrada del salón.

Luego de un tiempo, bailó con los compañeros del curso y con algún que otro ex – novio, dando lugar a que todos en el salón abrieran paso para incluirse y dar comienzo a la fiesta. Un DJ muy amigo del primo de la quinceañera rompió el hielo y descontracturó a todos en el lugar. La música invadió los oídos y cuerpos de todos.

Muy sueltos, Dike y Dione bailaban como si fueran los mejores amigos de la vida. Reían de las pavadas que hacían los otros y de las de ellos mismos, dejaban que el tiempo corriera sin prisa. Fue un reencuentro para olvidar lo pasado, para liberar pesos.

Nereo:- (Mirando a todos lados) ¿Dónde está Dike?

Lisiánsa:- “Hola”, ¿no?

El chico se sentó al lado de Lisiánasa y la saludó con un beso muy rápido en el cachete. Necesitaba ubicar a Dike lo más rápido posible. Pero la chica que estaba apoyada sobre sus manos, casi tirada sobre la mesa, no se lo iba a hacer tan fácil.

Lisiánasa:- Cuando uno llega tarde se pierde siempre lo mejor de la fiesta.

Nereo:- ¿Podrías ser más clara?

Lisiánsa:- Si, si. ¿Ves a Dike?

Nereo:- ¿Estás borracha? Te pregunté por ella, no la ví.

Lisiánsa:- (Rió) Capaz que tomé un toque de más. Pero mis ojos no me mienten.

Nereo:- (Mordió sus labios) ¿Y qué ven tus ojos?

Lisiána:- Cuando llegas tarde, te la bajan.

Nereo:- (Impaciente golpeó la mesa con sus manos) ¿Dónde está?

Lisiánasa:- En la pista.

Nereo:- Gracias por el dato, fue de mucha ayuda.

Haciendo uso de la mesa, rápidamente se puso de pie para buscar a alguien más cuerdo que lo orientara en hallar su objetivo.

Lisiánsa:- Con tu primo.

Nereo se quedó petrificado, justo cuando la muchacha acotó esas tres últimas palabras, sus ojos las confirmaron cuando vió, muy divertidos, a Dike y a Dione bailando en la pista entre el tumulto.

Rechinando los dientes, fue en busca de su mejor amigo para poder hablar y calmarse. Con la temperatura que había conseguido en ese instante iba a arruinar la fiesta de Ferusa y quedar mal en frente de la chica que intentaba re conquistar.

Cimo:- ¿Por qué tenemos que estar en el baño para hablar? ¿No lo podemos hacer afuera?

Nereo:- No.

Cimo:- No tendrías que haber venido.

Nereo:- Ya lo hice.

Cimo:- Para tu tranquilidad, no hicieron nada. Solo bailaron.

Nereo:- Eso no me ayuda Cimo. ¿Viste lo feliz que está? Esa sonrisa es de despreocupación. No le importa nada.

Cimo:- ¿Qué queres hacer?

La puerta se abrió lentamente por lo pesada que era y los chicos corrieron a un baño privado para poder seguir hablando.

Nereo:- Voy a poner celosa a Dike.

Cimo:- ¿Con Galatea?

Nereo:- ¿Otro más que está borracho? Estoy tratando de recuperarla, no de hacerla enojar.

Cimo:- (Moviendo la mano) Bueno, bueno. Tranquilo Nereo. Solo preguntaba.

Nereo:- Supongo que voy a salir con Euribia. Todavía está pensado en Ceto. Así que voy a aprovecharme de su estado de ánimo.

Cimo:- ¿Y si Dike no te da bola?

Nereo:- La dejo.

Cimo:- ¡Qué fácil que lo haces todo!

Nereo:- Ellas me lo facilitan.

Cimo rió. Se callaron por un momento. El grifo de agua dejó de correr y la puerta volvió a rechinar. Salieron del apretado lugar y se dirigieron a la pista de baile donde aún estaban todos muy entusiasmados.

Dione caminaba hacia la mesa de los chicos para saludarlos cuando Dike lo interrumpió tomándolo del brazo. El chico sonrió negando con la cabeza.

Dike:- Tardaste taaaaanto, pensé que te habías ido…

Dione:- Algunas cosas me retuvieron en el baño.

Dike:- ¿Te encontraste con Nereo? ¡¿Ya llegó?! No quiero que arme lio. Es el cumple de Ferusa.

Dione:- No te preocupes, no va a hacer nada que interrumpa la fiesta de tu amiga.

Dike:- Pero algo va a hacer, ¿no?

El chico rió automáticamente, como si hubiera recordado algo muy divertido. Caminó, con Dike colgada del brazo, hasta una de las mesas que permitía la vista a la de los chicos. Le ofreció asiento y luego se acomodó junto a ella.

Dione:- Lo escuché hablar con alguien. Tiene la intensión de salir con alguien para ponerte celosa.

Dike:- Qué estupidez bárbara. Ya se sabe que no vamos a volver nunca más.

Dione:- Soy el menos indicado para decir esto, pero a veces hay que ser directos. Así la gente no se lastima. Si sabemos que algo se está yendo de nuestras manos, hay que impedir que siga desbordándose.

Dike apoyó su cabeza entre sus dos brazos sobre la mesa. Dione levantó la mirada para detenerse en la mesa de los chicos. Sonrió pero no dejó a Dike, no podía dejarla en ese estado. La idea de hacer lo que no podían frente a sus padres se había desmadrado, todas las chicas estaban bastante alcoholizadas. Negó con la cabeza y revisó la hora desde su celular. Aún era temprano.

A pesar de todo, los siguientes rituales de la fiesta de quince de Ferusa salieron a la perfección. La entrega de velas, la lectura de cartas, las risas y llantos, por la emoción del momento, y las tan esperadas cintas.

Taumante se acercó a su hermana que yacía dormida en los brazos de Dione. Eran las seis y media de la mañana. El chico estaba bostezando de más y su humor estaba empeorando con cada minuto de más que permanecía despierto.

Taumante:- Voy a llamar a papá.

Dione:- No creo que a tu papá le guste ver a su hija en este estado.

Taumante:- Él dijo que lo llamemos para que nos pase a buscar.

Dione:- Insisto.

Taumante:- Reitero lo dicho.

Dione:- Lo mismo digo yo.

Taumante:- (Sonriendo satisfactoriamente) ¡Ah! Decis que tengo que llamar a mi papá.

Dione:- (Frunció el ceño) ¡No!

Taumante:- Dijiste “lo mismo digo yo”… Y yo había reiterado lo dicho. Y lo que reiteré es que tengo que llamar a mi papá.

Dione abrió la boca para regresarla a su estado original. El mocoso le había ganado esa batalla de palabras. Dejó que el chico se acercara a su hermana para tomar el celular de su cartera y llamar.

Dione:- Volvamos caminando.

Taumante:- ¿Y Dike?

Dione:- Puede irse con sus amigas y hablar de esta noche a penas se levanten.

Taumante:- (Determinado) No.

Dione:- (Con tono amenazador) Me voy Taumante.

Taumante:- De todas formas lo vas a hacer.

Dione:- No lo hagas, no llames a tu papá.

Dike abrió sus ojos para interrumpir la conversación. Sonrió al ver a Dione y luego tomó despacio el celular de las manos de su hermano.

Dike:- Voy a llamar a papá. Ya es hora de irnos.

Dione:- No creo que a tu papá le guste verte así.

Dike:- (Sin entender) ¿Así como qué?

Dione:- Así como borracha.

Dike:- Estoy somnolienta, que es otra cosa.

Dione:- Qué mocosa.

Dike sonrió y llamó a su padre. Riendo habló con él y luego cortó. Se puso de pie y fue en busca de sus amigas para despedirse. Saludó a todas, Ferusa le entregó el suvenir junto con un gran abrazo de agradecimiento.

<< Es increíble, Dione vino, bailamos muy juntos, hablamos como si nada hubiera pasado y me divertí. El plan de Nereo es una estupidez. ¿Ponerme celosa a mí? ¿A MÍ? ¡Por favor! ¿Con quién? Dione no me dijo.

Casi que logro olvidarme de Ceto pero bueno… lo intenté…

Me duele la cabeza, los oídos me zumban y se me cierran completamente los ojos. Voy a dormir. Mañana será otro día. ¡JA! “Mañana”, hoy, dentro de algunas horas de sueño. >>

Tenía el pijama puesto, la cara lavada, el vestido sobre la silla y ya estaba a punto de taparse para luego apagar la lámpara de luz, cuando su celular sonó. La llamada era de Ferusa.

Dike:- (Bostezando) ¿Qué pasa cumpleañera?

Ferusa:- ¡Yo quiero saber! ¿Qué pasó? ¡Te perdí en toda la fiesta!

Dike:- (Rió) Tampoco la pavada, respeté los tiempos…

Ferusa:- ¿Se armó lío entre Dione y Nereo?

Dike:- Por suerte, no pasó nada. Me divertí mucho.

Ferusa:- ¡Qué bien Dike! Tenía miedo que la idea de Taumante trajera problemas.

Dike:- (Bostezó) Hablamos después, ¿sí? Estoy muerta.

Las chicas cortaron. Dike apagó la luz y cerró sus ojos. El celular volvió a sonar y ella atendió un poco molesta. Sabía que sólo podía ser Ferusa ya que ella era bastante curiosa con los acontecimientos.

Dike:- (Media dormida) ¿Qué pasa Ferusa? Ya te dije que no pasó nada con Dione.

Ceto:- No soy Ferusa…