Serie Dike ~ Completa

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Un espacio

Para agradecer a:

Alice por ser leer todo lo que escribo, por más que esté horrorosamente horrible (sobre todo con los tiempos verbales, ella saaabe).

Hachedesilencio que siempre tiene las frases precisas para los capitulos de Dike. Aunque el staff no lo sepa, gracias por hacer lo que hacen.

A mi familia por soportar todas mis locuras.

A los que leen, comentan, descargan y se dan una vuelta por acá. Perdón por el tiempo que me tomo para publicar cosas... gracias por leer!!

~ ferdeimos

domingo, 5 de mayo de 2013

Dike-TomoI.Capitulo11: Entre el amor y el odio. Segunda parte

Siguiente: TomoI-Capitulo12: Torbellino de sentimientos


A dos capítulos del final de temporada

Capitulo 11: Entre el amor y el odio. Segunda parte

       Los tres caminaron hacia la casa de Nereo. Los novios iban de la mano y Taumante iba saltando alegremente alrededor de ellos. Con el poco tiempo que tuvieron para prepararse, Dike se vistió con un jean negro, una camisa escocesa roja de manga larga  y un sacón gris. Llevaba con ella una mochila con ropa, de ella y de su hermano, para quedarse a dormir. Taumante tenía la misma ropa que antes, de cuando se encontró esa tarde noche con Galatea.

Cuando arribaron, se encontraron con los amigos del curso que estaban cantando canciones de moda. Jugaban a cambiar algunas palabras, manteniendo el ritmo, describiendo lo que hasta ahora, les parecía trascendental en sus vidas.

Actea:- (Sonriendo, como siempre) ¿Cómo están chicos?

Dike:- (Mirando hacia los lados, buscando invitados desconocidos) Bien.

Ferusa:- Lisianasa dijo que iba a llegar más tarde. La fiesta fue algo inesperado para todos.

Dike:- ¿Cuándo se enteraron?

Ferusa:- Ayer a la tarde. No te dije nada porque pensé que ya lo sabías.

Dike:- Si, si. Lo sabía - Mintió - Pregunté para saber cuándo Nereo se dignó a avisar. Viste como es.

<< Tuve que mentir por segunda vez en el día. Mi límite de mentiras por día es dos. A veces se supera cuando pasan estas cosas. Nereo les dijo a todos que iba a hacer una fiesta, y no me dijo nada a mí, más cuando nos vemos tan seguido. Y otra cosa, ¿no fui a lo de Eu? O sea, ¿ella no sabía? >>

Cuando los panchos ya estuvieron listos, tocaron el timbre. Taumante, como hijo menor que es, acostumbrado a ser el que atiende el teléfono y la puerta en la casa, se tomó el atrevimiento y atendió. Un joven de cabello castaño oscuro y ojos azules apareció tras la puerta.

Taumante:- (Sonriendo) ¿Quién sos?

El muchacho no respondió. Otros chicos lo empujaron un poco ya que estaban molestándose entre ellos.

Nereo:- (Llegando a la puerta) ¡Dione! Hasta que llegaron.

El primo de Nereo ingresó a la casa junto con sus amigos, los mismos que lo iban a visitar al ciber frecuentemente, Proto, Cranto y Melpóneme. Los muchachos saludaron a la hermana de Nereo, que estaba en la cocina ofreciendo los panchos para los chicos de la fiesta, sin antes haber saludado a Dike. Esto tiñó la cara de Nereo con un tinte de celo.

Nereo:- (Susurrando al oído de Dike) ¿De dónde los conoces?

Dike:- (Con voz baja) Del ciber, son amigos de Dione y hace como un mes que no nos veíamos…

Nereo:- Bueno…

Dike:- No te pongas celoso por nada…

<< Nereo no tenía por qué tener celos, más cuando el que me gusta es su primo, no los amigos de él. >>

Nereo:- ¿Me das un beso?

Dike:- En frente de todos, no.

Nereo:- ¡Ufa!

Dike rió para terminar con la conversación, ella no lo iba a besar en un lugar lleno de gente. Y más si eran sus compañeros de clase. Iban a estar insoportables toda la semana. Si eran buenos y otro chisme superaba el beso.

Taumante les llevó un pancho a los novios para que comieran cuando, nuevamente, sonó el timbre.

Taumante:- ¡Voy!

Dike:-  (Lo detiene del brazo) Ah, no. Esta vez no. No podés abrir la puerta de la casa de otros. Por suerte fue Dione y no alguna persona mala.

Taumante:- (Haciendo puchero) Pero Dike...

Galatea:- (Mirando a todos lados sonriendo) Hola a todos.

Dike:- ¿Qué?

Dike no pudo controlar su rostro. Claramente ella reflejaba sorpresa mezclada con disgusto. Su boca estaba entreabierta y sus hombros caídos demostrando el poco deseo de tener que pasar toda una noche con esa mujer cerca de ella.   

Galatea pasó por delante de Dike, saludó primero a Taumante y luego a ella, sin sacarle la vista a su hermano. Dike volvió a sorprenderse.

Dike:- (A solas y susurrando) ¿Qué fue lo que me perdí?

Taumante:- Bola, ¿no te das cuenta que yo estoy primero para saludar?

Dike lo miró sospechosamente y se fue con Nereo. Aún tenía que arreglar las cosas con él. Dejar que venga Galatea era algo ya imperdonable.

Dione:- Mis panchos estuvieron mejores, ¿no Dike?

Dike pasó rápidamente en busca de Nereo, tenía una ceja más levantada que la otra en símbolo de guerra, y dejó a Dione con la pregunta sin responder.

Proto:- (Posado sobre el mostrador) Ignorado completamente.

Dione:- Debe estar buscando a mi primo. Algo habrá hecho.

Nereo logró evadir, inconscientemente,  a Dike hasta la hora de ir a dormir. Todos ubicaron las mantas y bolsas de dormir en el living de la casa del anfitrión. Hablaron un poco más sobre los profesores, las materias en las que no iban muy bien y, después de haberse apagado la luz, se durmieron.

El silencio invadió el lugar, Galatea, como una pantera esperando por su presa, fue directamente hacia el sillón donde se encontraba Dike durmiendo.

Galatea:- (Susurrando) Nereo quiere hablar con vos Dik.

Dike:- (Totalmente descolocada) ¿Dik? No podes llamarme así, no hay confianza entre nosotras dos.

Galatea:- Bueno, te está esperando en el baño.

Dike obedeció confusa. Que Galatea viniera a hablarle, que le haya dicho que su novio quería verla, que el encuentro sea en el baño de la casa, todo era muy sospecho. Cuando intentó abrir la puerta, Nereo la tomó del brazo y la besó con pasión.

Dike:- (Apartándolo) Pará Nereo, ¿qué te pasa?

Nereo:- Quiero amarte y sentirme amado.

Dike:- Me parece perfecto pero ¿cómo es que invitaste a Galatea?

Nereo:- Ella quería arreglar las cosas con vos, Dik.

Dike:- ¿Por qué ella me dice “Dik”?

Nereo:- Debe ser porque hablo mucho de vos delante de ella, que se le quedó pegado…

Dike rió para terminar con la conversación, ella no lo iba a besar en un lugar lleno de gente. Y más si eran sus compañeros de clase. Iban a estar insoportables toda la semana. Si eran buenos y otro chisme superaba el beso.

Taumante les llevó un pancho a los novios para que comieran cuando, nuevamente, sonó el timbre.

Taumante:- ¡Voy!

Dike:-  (Lo detiene del brazo) Ah, no. Esta vez no. No podés abrir la puerta de la casa de otros. Por suerte fue Dione y no alguna persona mala.

Taumante:- (Haciendo puchero) Pero Dike...

Galatea:- (Mirando a todos lados sonriendo) Hola a todos. 

Dike:- ¿Qué?

Dike no pudo controlar su rostro. Claramente ella reflejaba sorpresa mezclada con disgusto. Su boca estaba entreabierta y sus hombros caídos demostrando el poco deseo de tener que pasar toda una noche con esa mujer cerca de ella.  

Galatea pasó por delante de Dike, saludó primero a Taumante y luego a ella, sin sacarle la vista a su hermano. Dike volvió a sorprenderse.

Dike:- (A solas y susurrando) ¿Qué fue lo que me perdí?

Taumante:- Bola, ¿no te das cuenta que yo estoy primero para saludar?

Dike lo miró sospechosamente y se fue con Nereo. Aún tenía que arreglar las cosas con él. Dejar que venga Galatea era algo ya imperdonable.

Dione:- Mis panchos estuvieron mejores, ¿no Dike?

Dike pasó rápidamente en busca de Nereo, tenía una ceja más levantada que la otra en símbolo de guerra, y dejó a Dione con la pregunta sin responder.

Proto:- (Posado sobre el mostrador) Ignorado completamente.

Dione:- Debe estar buscando a mi primo. Algo habrá hecho.

Nereo logró evadir, inconscientemente,  a Dike hasta la hora de ir a dormir. Todos ubicaron las mantas y bolsas de dormir en el living de la casa del anfitrión. Hablaron un poco más sobre los profesores, las materias en las que no iban muy bien y, después de haberse apagado la luz, se durmieron.

El silencio invadió el lugar, Galatea, como una pantera esperando por su presa, fue directamente hacia el sillón donde se encontraba Dike durmiendo.

Galatea:- (Susurrando) Nereo quiere hablar con vos Dik.

Dike:- (Totalmente descolocada) ¿Dik? No podes llamarme así, no hay confianza entre nosotras dos.

Galatea:- Bueno, te está esperando en el baño.

Dike obedeció confusa. Que Galatea viniera a hablarle, que le haya dicho que su novio quería verla, que el encuentro sea en el baño de la casa, todo era muy sospecho. Cuando intentó abrir la puerta, Nereo la tomó del brazo y la besó con pasión.

Dike:- (Apartándolo) Pará Nereo, ¿qué te pasa?

Nereo:- Quiero amarte y sentirme amado.

Dike:- Me parece perfecto pero ¿cómo es que invitaste a Galatea?

Nereo:- Ella quería arreglar las cosas con vos, Dik.

Dike:- ¿Por qué ella me dice “Dik”?

Nereo:- Debe ser porque hablo mucho de vos delante de ella, que se le quedó pegado…

Dike se quedó callada, toda esa confusión, esos pensamientos encontrados se había esfumado. Las palabras de Nereo llegaron a su corazón librándolo de todo pecado.

Nereo:- (Acercándose) Vos sabes que siempre estoy pensando en vos, que te amo con locura y que Galatea ya fue.

Dike:-  Si, pero…

Nereo volvió a besarla y ella sucumbió ante él. En la locura provocada por la desesperación de verse y de sentirse el uno al otro, no escucharon cuando unos pasos se acercaban cada vez más al lugar donde ellos estaban. Es así que entró Dione  y los interrumpió.

Dione:- (Avergonzado) ¡Perdón! ¡Perdón!

Dike abrió los ojos sorprendida de que hayan sido descubiertos y Nereo lo ignoró sobre exagerando lo que estaba haciendo. Dione se fue cerrando la puerta.

Dike:- (Empujándolo) Nereo, ¿no te importa quién nos pudo haber visto?

Nereo:- Eso no importa, ahora cierro la puerta con llave y seguimos.

Dike:- (Enojada) No, se terminó, no puede ser así. – Saliendo del baño. - Pensé que eras otra cosa, ¿qué tomaste?

Nereo:- Nada, sólo una dosis de amor loco.

Dike:- Pero está mal… - Cayendo a la realidad. - Encima en el baño.

Nereo:- Bueno, vamos a mi pieza…

Dike:- Con razón dijiste que iba a ser una noche muy larga. ¿Me estas convenciendo para hacer otra cosa?

Nereo había detectado el tono de su novia al hablar. No era provocador o sarcástico, se trataba de un tono de defensa. Dike no estaba cómoda con la situación.

Nereo:- No, nada que ver. Sólo quiero tenerte una noche entre mis brazos, sin hacer nada más que abrazarnos… y besarnos… ¡Porfis!

Dike:- (Suspira) Va a ser un gran paso, te vas a tener que resistir y yo voy a ver si puedo confiar en vos. Me llegas a hacer algo y se terminó todo.

Nereo sonrío como si fuese su cumpleaños. La tomó de la mano y le enseñó su cuarto. A todo esto, Galatea encontró lo que estaba buscando, a Taumante. Él estaba acostado en la cocina y ella lo levantó acariciando su mejilla, fría por el contacto con el aire. Estaban lejos del resto del grupo. Taumante había elegido ese sitio ya que sabía que su hermana no estaba muy feliz de su presencia en una fiesta de amigos de ella. Dike era bastante egoísta a la hora de compartir amigos y muy posesiva.

Taumante:- (Medio dormido) ¿Quién es?

Galatea:- (Susurrando) Soy yo, Galatea.

Taumante:- ¿Qué precisas?

Galatea:- A vos…

Taumante:- ¡¿Qué?!

Galatea:- (Le tapa la boca) No grites que vas a despertar a todos.

Taumante:- Bueno, me callo…

Galatea sonrió. El muchacho estaba cayendo ante sus encantos. O tal vez sólo estaba dormido, pero a ella no se le ocurrió eso en ese preciso momento. Tras cada paso de Galatea, una intención se escondía. Ella no era de las personas que hacían las cosas por puro instinto, lo tenía todo pensado.

Galatea:- Me encanta tu forma de hablar. Usas esas palabras tan raras.

Taumante:- (Confundido) ¿Palabras raras?

Galatea se acercó a él para imponerse, para incomodarlo. Esta era una de sus tantas tácticas para conquistar a un chico.

Taumante:- ¿Qué es lo que querés?

Galatea:- (Acariciándole el pelo) Que ansioso que sos… ¿No ves cómo estoy vestida? Solo para vos y tus ojos.

Taumante:- (Saca la mano de Galatea de su pelo) Mucho no veo, está todo oscuro.

Galatea:- (Sorprendida) Me vestí así para vos, ¿y no vas a hacer nada?

Taumante:- ¿Y qué querés que haga? ¿Qué salga llorando?

Galatea:- (Perdiendo el control) Que me beses, que me toques.

Taumante:- ¿Estás loca?

Galatea:- (Cara a cara) Loca por vos…

Taumante:- (Alejando su cara) ¿A vos no te gustaba Nereo?

Galatea:- (Retrocediendo) Muy bien lo dijiste, me gustaba. Tiempo pasado. A parte que a vos te amo. Eso es otra cosa.

Galatea levanta el buzo de Taumante, que no tenía nada debajo porque estaba muy apurado a la tarde para salvar a Euribia, y acaricia el abdomen del muchacho.

Taumante:- Imposible. – Saca la mano de Galatea. - Te odio porque la hiciste sufrir a mi hermana el año pasado.

Galatea:- En la vida hay que saber perdonar.

Taumante:- (Tratándo de hacer que reaccione) Por otro lado, ¿no te parece un poco repentino que me ames?

Galatea:- En el amor no hay nada escrito, no hay una regla. – Acercándose a la cara. - Mirá a Nereo y tu hermana. O sea, dos personas totalmente descolgadas que ahora se aman.

Taumante:- (Confundido) Yo soy muy chico… Y...

Galatea:- (Burlándose) No me digas que te estás reservando para el amor de tu vida… Sos un chico, y se te está presentando una gran oportunidad, ¿no vas a  hacer nada?

Taumante:- (Enojado) Si, voy a gritar para que alguien te saque de encima de mí si no te vas ahora mismo.

Galatea:- (Apartándose totalmente) Tenes razón, voy a buscar a otro que me haga sentir mujer…

La muchacha dejó a Taumante bastante confundido, a punto de llorar. Él sabía que ella iba a difamar su nombre como un chico que no se animó a tocarla. Y más sabiendo que ésta no era, precisamente, la más difícil de la escuela. 

Dione:- Lo que hiciste… Estuvo bien.

Taumante:- (Sorprendido) ¡¿Qué?! ¿Escuchaste todo?

Dione:- Claro que sí. Estaba durmiendo detrás de la mesada de la cocina cuando los escuché. Con esa piba hay que tener cuidado. Por eso te digo que hiciste muy bien.

Taumante:- No lo entiendo, ¿qué estaba buscando?

Dione:- (Bajándole el buzo) Te vas a resfriar.

Taumante:- ¿Te puede gustar una chica mayor que vos?

Dione:- (Sonríe) Claro que sí.

Taumante:- ¿Y la podes amar y luego odiar?

Dione:- Es tan posible como sentirte atraído por alguien y luego dejar de estarlo. Todo depende de lo que nos esté pasando. El odio y el amor son dos estados diferentes y muy fáciles de tener. Nunca hay un intermedio.

Taumante:- Creo que ahora lo entiendo un poco más. Cada vez que me peleaba o hablaba de ella, sentía un cosquilleo en todo mi cuerpo, ahora que tuve la oportunidad... la dejé pasar.

Dione:- Eso quiere decir que en verdad no la queres.

Taumante:- Gracias…

Dione:- De nada.

El silencio sepulcral los invadió. Sólo los ruidos de la noche, los grillos, los ronquidos de alguno de los chicos y alguna que otra palabra emitida por los durmientes, tapaba el hueco entre ellos.

Dione:- Dione, mi nombre es Dione. ¿Y el tuyo?

Taumante:- Soy el que te abrió la puerta Tau...

Dione:- Taumante. Me acuerdo.

Taumante:- Qué gran memoria.

Dione:- Al ser dueño de un ciber, recuerdo fácilmente los nombres.

Taumante:-  ¿Del ciber en donde trabaja mi hermana?

Dione:- Si…

Taumante:- ¿Qué te pasa a vos? Eso no sonó muy convincente.

Dione:- (Riendo) Es verdad que hablas raro.

Taumante:- ¿Me estás cambiando de tema?

Dione:-  ¿Quién?, ¿yo?

Taumante:- (Un poco enojado) No veo a nadie más.

Dione:- Claro... Como dijiste, la oscuridad no permite que veas nada.

Taumante:- ¿Qué pasa? ¿Es el maldito amor?

Dione:- (Mirando para otro lado) No, lo contrario.

Taumante:- El odio.

Dione:- No, bueno… En realidad… ¡Bah! Son cosas que nunca entenderías…

Taumante:- (Enojándose, nuevamente) ¿Pensas que soy tonto?

Dione:- No, no, todo lo contrario.

Taumante:- Entonces, contame. Es la una de la mañana, tenemos todo el domingo por la mañana para que me cuentes.

Dione:- Bueno, pero primero vamos a taparnos que hace un poco de frío.

Una vez que se taparon con una frazada y se acomodaron, Taumante guardó silencio para que Dione comenzara a hablar.

Dione:- No es que sean cosas que no vayas a entender jamás, pero son pensamientos propios. No lo puedo explicar, cómo llegué a ellos, qué cosas se dieron para que llegara a eso... Es complicado.

Taumante:- Podría llegar a intentar entender, ¿no?

Dione:- (Dándose por vencido) Está bien... Tiene que ver con tu hermana.

Taumante:- (Preocupado) ¿La odias?

Dione:- No, lo contrario. Siento una gran atracción por ella y odio por Nereo.

Taumante:- Te gusta mi hermana y lo estás ocultando por Nereo, que es tu primo…

Dione:- Claro… Pero no estoy tan seguro de que sea eso….

Taumante:- Ahora sí que no entiendo…

Dione:- Yo pensé que me gustaba Dike pero hoy pasó algo que me cambió rotundamente la idea que tenía.

Taumante:- ¿Qué paso?

Dione:- (Sonríe) Eso sí que no te lo puedo decir. Son cosas de adultos y yo todavía no lo entiendo muy bien. Es mejor que lo piense más detenidamente.

Taumante:- ¿Quién más sabe que te gusta mi hermana?

Dione:- Que ya no sé si es eso lo que me pasa con tu hermana.

Taumante:- ¿Entonces ya no te gusta?

Dione:- Me gusta, pero no como se supone que debería hacerlo.

Taumante:- ¿Eso era lo que no podía entender? Estás confundido, es normal.

Dione:- (Ríe) Digamos que sólo vos y yo sabemos de mi confusión.

El jefe de Dike estaba atónito con las respuestas de Taumante. Esos pensamientos, esas palabras tan no propias de él, era evidente la influencia de su hermana respecto a cuestiones del amor.

Los chicos se callaron, habían escuchado ruidos de pasos acercándose a la cocina. Si bien estuvieron hablando muy bajo, no querían que otros se enteraran de esta conversación. Los pasos se hacían cada vez más fuertes, luego se detuvieron. Se encendió la luz y las miradas de los chicos se cruzaron con la de Dike que había ido a tomar agua.

Dike:- ¿Qué hacen ustedes dos juntos? No me digan que se hicieron amigos...

Dione:- (Revolviendo los pelos de Taumante) Tu hermano es muy divertido.

Taumante:- ¿De dónde venís vos?

Dike:- De… Del living, ¿de dónde más?

Dike se fue más rápido que lo que Galatea se fue al ser rechazada por Taumante.

Taumante:- Mejor me voy a mi colchón. Nos vemos luego Dione.

Dione:- Hasta mañana Taumante.





Autora: ferdeimos
Revisión: Alice


Los hechos y/o personajes de la historia son ficticios, 
cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia


Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 3.0,
 como se detalla en http://creativecommons.org/licens.

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