Deimos: Dike-TomoI.Capitulo 12: Torbellino de sentimientos

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Este capítulo nos separa del final de temporada

Capitulo 12: Torbellino de sentimientos

Los hermanos estaban en el patio trasero de la casa jugando con Timoteo. Aunque al invierno le constaba retirarse, los días primaverales estaban arribando.

Dike:- (Ofuscada) ¡¿Eso te dijo Galatea?! ¡Qué descarada!

Taumante:- (Tratando de calmarla) Bueno… No pasó nada.

Dike:- ¡Pero se te insinuó!

Taumante:- Dike no te enojes, no vale la pena.

Dike:- Es que todo fue un plan macabro. Ella es igual que Nereo… Son tal para cual.

Taumante:- (Confundido) No entiendo.

Dike:- La fiesta pedorra de Nereo… Todo fue para lograr avanzarnos.

Taumante:- ¿Nereo?

El muchacho estaba completamente confundido, Dike parecía tener las piezas del rompecabezas que a éste le faltaban. No era extraño ya que él no estuvo con Nereo esa noche, sino que fue acosado por Galatea.

Dike:- Nereo y Galatea merecen estar los dos bien juntitos hundidos en un mar de mierda.

Taumante:- (Preocupado) ¿Qué vas a hacer Dike? Esa cara me dice que no tenés buenas ideas.

Dike se retiró corriendo del patio dejando a Taumante muy preocupado. Sin otra opción, decidió llamar a Dione. Éste le había ofrecido su número para poder seguir en contacto después de la fiesta. LA conexión entre ellos parió haber sido muy grande.

Dione:- No pensé que me ibas a llamar tan rápido.

Taumante:- Dione, le dije a Dike lo que pasó ayer con Galatea y creo que va en busca de Nereo...

Dione:- ¿Cómo?

Taumante:- Si la ves, por favor calmala, me tomó por sorpresa y no la pude seguir.

Dione:- Dalo por hecho. – Colgó.

Sin haber aclarado sus ideas, Dike decidió ir a por Nereo en busca de respuestas o de alguna solución a esta situación.

Dike:- (Agitada de tanto correr) ¿Dónde está Nereo?

Dione:- Acá no.

Dike:- (Perdida en la ira) No jodas, no estoy de humor…

Dione:- (Tratando de calmarla) Pero, ¿qué pasó? -Inventado excusas para retenerla. - ¿Te doy agua? Estas muy agitada.

Dike:- Te la hago corta, voy a terminar con él. - Mirando directamente a los ojos a

Dione. - Y no, gracias. Estoy bien.

Dione:- (Sorprendido) Pero…

Dike:- Ayer quiso tener sexo conmigo, igual que Galatea con mi hermano.

Dione:- ¡¿Cómo?!

Taumante había omitido esta última parte, ¿Nereo quiso tener relaciones sexuales con Dike? ¿Será que ellos estaban complotados para “atacar” a los hermanos? Estas y muchas otras incógnitas rondaban por la mente de Dione.

Dike:- ¡Son tal para cual! ¡Los odio! ¿Por qué cerré los ojos de esta forma?

Dione:- No te calientes.

Dike:- Lo decis porque sos hombre. Pero te lo vengo a informar. Así después me hechas con justificación.

Dione:- Nunca te echaría. No podría hacerlo. Me caes bien.

Dike no lo escuchó, salió nuevamente corriendo hacia la casa de Nereo sin darle oportunidad de seguirla. Tocó el timbre y lo atendió la madre de él. La mujer la hizo pasar al cuarto de Nereo, en el cual hacía unas pocas horas ella había estado durmiendo con él abrazados. Nereo se levantó de la silla del escritorio sorprendido de volver a verla. Mágicamente estaba haciendo la tarea para la profesora de matemática. Cuando intentó saludarla con un beso, ella lo paró.

Dike:- ¿Quién te crees que sos para manejar a las personas?

Nereo:- (Sin entender) ¿De qué estás hablando?

Dike:- No te hagas el tonto, sabes muy bien de qué te hablo.

Nereo:- ¿Pero qué te pasa conmigo? ¿Qué hice?

Sorprendido estaba Nereo con todas las acusaciones que Dike estaba exponiendo.

Dike:- ¿Desde cuándo vos sos amigo de Galatea?

Nereo:- Desde nunca.

Dike:- Ah… no te haces, sos. Y yo fui más tonta por haberte creído.

Nereo:- ¿Te podes calmar?

Dike:- Vos le pediste a Galatea que me llamara. Yo fui al baño y vos querías tener sexo conmigo. Mientras tanto, dejé solo a Taumante y a esa… solos. Y, como es ella, se aprovechó de él.

Nereo:- Eso no es lo que yo hablé con Gala…

Dike:- Ah, mirá vos. Eso es lo que el señor no había hablado con Galatea. Pero, por suerte, mi Tau se negó a tener sexo con ella…

Nereo:- Perdoname, yo no pensé que ella iba a hacer eso.

Dike:- ¿No te das cuenta? Porque yo si me di cuenta. Son los dos tal para cual. Los dos quieren sexo… Son un asco, no te lo pienso perdonar más.

Nereo:- ¿Qué querés decir?

Dike:- Que se terminó todo entre nosotros dos. Ya fue…

Dike se fue y Nereo tras ella.

Nereo:- ¿Así me vas a dejar?

Dike:- (Caminando rápido) Si, solo.

Nereo:- Sólo quería hacerte feliz… Solo eso quería.

Dike se detuvo dejando una esperanza para el sorprendido de Nereo. Ella lo aplaudió y se rió.

Dike:- Lo conseguiste, soy feliz, lejos de vos… Parece que todo está escrito.

Nereo:- Yo no quiero que esto termine así…

Dike:- Esto todavía no se termina.

Nereo:- ¿Qué vas a a hacer Dik?

Dike:- Primero, ya no soy más “Dik” para vos.

Nereo:- No podes tirar todo a la basura. ¿Cuánto tiempo estuvimos saliendo?

Dike:- No sé, desde principio de año. Pero desde que conocí a Dione, ya perdí la cuenta.

Nereo:- ¿Dione?

Dike:- (Totalmente cegada por el odio) Voy a hablar con Galatea.

Nereo:- Ni se te ocurra.

Dike:- Esta bien, no voy a hablar… La voy a matar.

Dike se retiró más rápido que antes. Llegó a su casa y Taumante la recibió, como ya es costumbre en la casa.

Taumante:- Por lo menos no tenes ningún moretón.

Dike:- No te preocupes Tau, todavía no tengo ninguno.

Taumante se fue a su cuarto tranquilo.

Galatea:- Hola, ¿quién habla?

Dike:- Hola, soy Dike.

Galatea:- Ah, Dike, ¿qué raro vos? ¿Qué necesitas?

Dike:- Que nos encontremos en la plaza dentro de quince minutos.

Galate:- ¿Pasó algo?

Dike:- ¿Qué va a pasar? Estuve hablando con Nereo ayer a la noche y él me hizo pensar que no puedo estar enojada con vos para toda la vida.

Galatea:- Bueno, voy para allá. Chau.

Dike:- Chau, te espero.

Dike salió corriendo hacia la plaza. Taumante, que había comprendido el “todavía” de su hermana, llamó nuevamente a Dione.

Taumante:- Si Dike no golpeó a Nereo significa que ahora va tras de Galatea. Y creo que con ella si se van a agarrar a las patadas.

Dione:- ¿Sabes dónde pueden haberse encontrado? Tal vez pueda llegar a pararlas.

Taumante:- (Temblando) No se… La plaza…

Dione:- Tau, todo va a estar bien. Dejá que lo resuelvo todo yo.

Dione colgó, cerró el ciber y salió para la casa de su primo. Nereo, con los ojos colorados, le contó lo sucedido. Dione lo abrazó y se fue.

Dione:- ¿Dónde puede estar?

Dike caminaba hacia la plaza, Dione la detectó y comenzó a seguirla. Lo que él no sabía es que él estaba siendo perseguido por Nereo.

Dike:- Así te quería encontrar….

Galatea:- (Mirándola raro) ¿Qué te pasa?

Dike:- ¿Así que querías tener sexo con Tau?

Galatea:- (Sorprendida) ¿Quién te dijo? Eso no puede ser, él tiene 10 años y es tu hermano. Yo sé cuáles son mis límites.

Dike:- Claro, límites. Siempre los tuviste. ¿Te pensas que soy tarada? ¿Te pesas que no había nadie más en la cocina? ¿No se te pudo ocurrir que yo haya bajado para tomar agua y los haya visto?

Galatea:- Nos hubieras detenido.

Dike:- Entonces si pasó.

Galatea:- (Acorralada) No te enojes Dike, yo sólo quería tener compañía.

Dike:- (Aún más enojada) Claro… y justo estaba mi hermano de 10 años. Mejor buscate otra excusa.

Sin esperar más, Dike tomó con sus dos manos la cabeza de Galatea. El peinado que con tanto esfuerzo logró Galatea, quedó hecho añicos. Se generó una lucha muy fuerte para que dos chicas la tengan.

Dione llegó y trató de separarlas, pero no pudo ya que Nereo lo interceptó con una trompada en la cara.

Dione:- (Tocándose la mejilla) ¿¡Qué haces Nereo!?

Nereo:- Por tu culpa Dike dejó de quererme.

Dione:- ¿Mi culpa?

Nereo:- Si.

Dione:- ¿Quién fue el que la llevó al baño sabiendo que había gente en la casa? ¿Quién fue el que invitó a su peor enemiga a la misma fiesta?

Nereo se quedó callado y Dione logró separar a las muchachas aprovechando un punto de fuga en la pelea.

Galatea lloraba mucho. Nereo fue a socorrerla, ya que ninguno de los otros dos lo iba a hacer.

Dike salió corriendo. La gente ya se había acumulado para ver, aunque el lugar donde se desarrolló la pelea fue en donde no había mucha contingencia, los gritos de Galatea se hicieron escuchar atrayendo a curiosos.

Dione:- (Corriendo tras ella) ¡Dike! ¡Esperá! Vení a mi casa, ahí no te van a cagar a pedos tus viejos.

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