Capitulo 7: Estructura de mi casa
<< Mi casa es
media complicada, tiene dos pisos, un patio pequeño, un perro en el patio, un
tender y nada más. Complicada, ¿no?
El cuarto de mi hermano nunca lo conocí, nunca lo limpié,
nunca tuve curiosidad y nunca tuve las llaves para entrar… Pero cada vez que
Tau sale, lo espío un poco cuando abre la puerta. Lo que puedo ver es… todo
negro, oscuro y con muchos posters de bandas de música de rock. Tiene una
computadora, una cama (donde duerme, o eso creo… jejej es como un extraterrestre),
un ropero con ropa de muy mal gusto para
mí.
Luego está el baño, como cualquier baño (compartido con Tau
porque los dos dormimos arriba), y luego mi pieza. Pero de ella hablaré a lo
último.
Comenzaré describiendo la “casa” de mi perro. Él se llama
Timoteo. Duerme en una cucha de madera y tiene tres años. Siempre duerme
(prácticamente ronca) y cuida la casa como cualquier perro audaz y
valiente. Cosa que es una total mentira,
porque mi perro es el más bueno del universo y solo ladra para… ¿comunicarse
con otros?
La cocina-comedor es chica pero, como nunca comemos juntos,
es amplia para uno o dos.
El living es solo para los invitados, o cuando la casa está
llena. Solo tiene cuatro sillones, un revistero y una mesita ratona.
Al lado del living está la sala de estudio, tiene una
computadora, una televisión y un reproductor de video. Es un poco grande y
tiene una gran biblioteca. Está buena, pero me aburren un poco los libros que
tiene, tienen muchas palabras y pocos gráficos o dibujos. Esos libros seguro
que son de mi mamá. Mi papá es de leer cosas de pesca, esas sí tienen muchas
ilustraciones. Lo sé porque las vi a todas.
El cuarto de mis padres es como cualquier cuarto de padres.
Una cama grande, un ropero, una mesa con cosas “importantes”, como dicen ellos,
y dos veladores acompañados por un reloj despertador.
Mi pieza es un poco
rústica pero, en fin, mi pieza.
Tiene una perfecta cama, que en realidad es una especie de
sillón de caño con un colchón y una almohada. Creo que es muy cómoda. Aparte
que en ella me siento, duermo una siesta, leo y duermo a la noche. Está ubicada
en la pared que da hacia afuera, debajo de la ventana que da a la calle. El
cuarto de Tau da al patio de Timoteo.
Yo no tengo mesa de luz. Tengo una mesa para estudiar. Arriba
de ella tengo un velador verde, un teléfono inalámbrico, un libro y una
gaseosa. Tiene un cajón largo y muy poco ancho.
Sólo entran revistas, que son mías, y cosas.
Cada uno limpia su pieza. Tau limpia la suya, yo la mía y mi
mamá el resto. Forco sólo se encarga del patio, corta el pasto, baña el perro y
limpia la cucha. También se encarga de traer la plata a la casa.
Tengo un ropero muy amplio dividido en tres zonas. Ropa
oscura, donde guardo la ropa negra, marrón, gris, azul u opaca que sólo me
pongo en otoño o en invierno. Ropa alegre, mi parte favorita. Ropa amarilla,
naranja, roja, fucsia, violeta, blanca, verde manzana, turquesa, a rayas, con
círculos, con flores, estampados, y más. Y, por último, ropa de fiesta. La
misma palabra lo dice, para salir. Acá entra cualquier color que encienda la
noche.
Bueno, lo demás que decora mi cuarto son las fotos en el
espejo, los posters, carteles y pancartas de mis amigos.
La profesora de
sociales dejó bastante tarea, la termino y luego voy a hablar de mis amigos.
Hace mucho que pensé en escribir sobre ellos. Tal vez, algún día no los vea por
un largo tiempo y no los recuerde más. Espero que esto nunca pase. Quiero estar
con ellos para siempre porque somos los mejores amigos del universo. >>
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